Los motivos por
los cuales la envidia es natural pero no justificante.
Lic. Christian Angel Hernandez M.
Todos en más de una oportunidad hemos
deseado algo que otros tienen. Un nuevo estudio científico explica por qué las
posesiones de otras personas siempre nos parecen mejores y deseamos tanto
tenerlas.
Para el neurocientífico Mathias Pessiglione del INSERM de París, copiar
los deseos y acciones de otras personas es un buen método para aprender acerca
del medio ambiente, por ejemplo, comer una comida que los demás comen, es una
manera simple de evitar la intoxicación alimentaria.
Para comprobar que sucede en nuestro cerebro cuando deseamos lo que
otros tienen, Pessiglione y su equipo presentaron a un grupo de voluntarios dos
videos, en uno se mostraban bombones sobre una mesa, en el segundo una mano
escogía un bombón entre varios, a la par se monitoreaba la actividad cerebral
de cada participante.
Luego estos debían calificar los dulces que vieron, el bombón mejor
calificado fue el de la segunda presentación o sea el que elegía otra persona.
El mismo efecto se mantuvo al realizar el experimento con ropa, herramientas e
incluso juguetes.
Los escáneres cerebrales revelaron que el desear las cosas que poseen
otros parece tener sus bases en un doble sistema. Uno es el sistema de neuronas
espejo o especulares (lóbulo parietal y corteza premotora), que se activan
produciendo en nuestro cerebro un patrón neuronal similar a la acción que vemos
realizar a otra persona, y el segundo sistema es el compuesto por el cuerpo
estriado ventral y corteza prefrontal ventromedial que está involucrado en
decidir que elemento tiene mayor valor.
Sin embargo, no todos los sujetos reaccionaron con igual intensidad ante
los mismos estímulos, en otras palabras, no todo el mundo desea las mismas
cosas y no todas las cosas se desean por igual. Según los especialistas, a
mayor deseo mayor influencia social tendrá una persona ante un elemento.
Los investigaciones consideran que pueden
llevarse adelante nuevos trabajos para comprender mejor este doble sistema, que
consideran es la base de la envidia humana.
Más allá de si es la base o no de la envidia, es
bueno reflexionar que sucede en nuestro sietema nervioso cuando nos vemos bombardeados por tantos
estímulos que nos presentan, personas felices consumiendo productos que pueden
ser nocivos para nuestra salud o bienestar. Nos debemos preguntar: ¿Los
deseamos, buscamos conseguirlos, o somos capaces de tomar la decisión
correcta?, al menos algo es claro, si comenzamos a neurosicoeducarnos y conocer
estos sistemas estaremos más atentos a poder modelar nuestras conductas cuando
deseemos cosas que de ningún modo garantizan nuestra felicidad y que por el
contrario nos hacen sentir que siempre nos falta algo.
Fuente: Journal of Neuroscience - Science News:
Magazine of the Society for Science & The Public
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