El trato injusto activa la amígdala
cerebral y afecta la toma de decisiones.
Todos
deseamos ser tratados justamente y cuando ello no sucede nos sentimos molestos
o enojados. Según un estudio realizado en el Instituto Karolinska y la Escuela
de Ciencias Económicas de Estocolmo (Suecia), el ser humano reacciona
automáticamente ante las situaciones injustas debido a un aumento de la
actividad de la amígdala cerebral.
El juego del ultimátum fue el elegido para
hacer el estudio. El juego del ultimátum, fue creado en 1982 por los
economistas Güth, Werner, Schmittberger y Schwarze. Se transformo en uno de los
experimentos que ha posibilitado el estudio cuantitativo de la cooperación y el
altruismo en la conducta humana. El juego se realiza con dos participantes, se
les da a los jugadores una suma de dinero, el participante A debe proponer cómo
se reparte y el participante B es quien decide aceptar o rechazar la
propuesta. Si la acepta, cada uno se llevara la cantidad que presentó A,
pero si la rechaza ninguno recibirá nada.
En los últimos años, se ha publicado una
gran cantidad de trabajos experimentales realizados en distintos lugares y
culturas con dinero real, que a veces alcanza sumas equivalentes al sueldo
medio de tres meses para que la suma tenga un fuerte valor en la decisión. La
mayoría de los experimentos se hacen sin que lo jugadores se vean las
caras o sepan quién es su contrincante y de modo que cada jugador participa una
sola vez. Se elimina así la posibilidad de que los jugadores estén influidos
por la identidad del oponente o que elaboren algún tipo de estrategia de
intercambio.
Pero más allá del dinero en juego, los
participantes B, cuando consideran un planteo muy injusto rechazan la oferta,
en general en torno a 20 % para ellos y un 80 para A. Es decir, son capaces de
sacrificar ganancias significativas con tal de castigar a un proponente
excesivamente egoísta.
En la investigación se monitoreo la
actividad cerebral de los participantes a través de imágenes de resonancia
magnética funcional y se pudo observar que cuando un jugador hacía sugerencias
injustas por ejemplo 80% para el y 20% para la otra persona, era castigado por
su contrincante; rechazando la oferta, esta reacción se veía reflejada
claramente en el aumento de actividad de la amígdala (relacionada con la ira y
el miedo).
De acuerdo con GospicKatarina, experta en neurociencias cognitivas y autora principal del
estudio, se puede expresar que las decisiones aún las financieras están
relacionadas más con la amígdala y las emociones que con la corteza prefrontal.
Para ampliar el estudio a otros
participantes se les administró un calmante para disminuir la ansiedad
(benzodiazepina) y a otros un placebo mientras jugaban.
Aquellos que habían tomado el calmante
presentaban menor actividad de la amígdala. En el grupo de control, que
tomó solo placebo, la tendencia a reaccionar de forma agresiva y a castigar al
jugador que había sugerido la distribución injusta del dinero estaba
directamente relacionada con una elevación de la actividad en la amígdala.
Las nuevas investigaciones sobre la toma
de decisión, presentan la alta influencia que poseen los procesos emocionales
en la misma. Las respuestas generadas por las redes o sistemas emocionales son
rápidas y automáticas con el fin de satisfacer las demandas para la adaptación
al contexto, algo que nos garantizó la supervivencia como especie. Mientras que
ser conscientes de nuestras emociones y ser capaces de regularlas (redes o
sistemas cognitivo-ejecutivos), reflejan un ajuste más lento y consideraciones
de largo plazo, algo que no asegura la supervivencia inmediata.
La construcción de contextos enriquecidos
y constructivos para todos, debe ser una de nuestras prioridades. En cada
ámbito de nuestras vidas debemos buscar generar espacios que no
despierten la sensación de trato injusto y la activación de la amígdala, a
favor de darle tiempo y espacio a nuestros lóbulos prefrontales para activarse
y desplegar todo su potencial.
Investigación: Katarina
Gospic, Erik Mohlin, Peter Fransson, Predrag Petrovic, Magnus Johannesson,
Martin Ingvar. “Limbic Justice—Amygdala Involvement in Immediate Rejection in
the Ultimatum Game”. PLoS Biology, 9 (5), 3 de mayo de 2011.
DOI:10.1371/journal.pbio.1001054.
LIC. CHRISTIAN ANGEL HERNANDEZ MORENO
PSICOTERAPEUTA CLINICO
C.E.A.N.A.A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario